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Normas de Acreditación
INTRODUCCIÓN
La Asociación Teológica de América Latina (ATAL)
ha desarrollado estas normas de acreditación como base para la determinación y
el reconocimiento del nivel al que una institución cumple su misión y sus metas.
Estas normas y sus componentes asociados son las cualidades que se desean
obtener en los variados aspectos de las instituciones. Estas pueden servir como
base de un estudio sistemático de acreditación de la propia institución o como
evaluación. La ATAL anima a las instituciones a realizar un estudio periódico de
sí mismas, aun si no solicitaran acreditación. Las normas de la ATAL y sus
componentes proveen un marco útil para este fin. Las normas son lo
suficientemente generales para aplicarse a un amplio espectro de instituciones
de educación bíblica. Por el estudio de sí misma la institución sabrá si cumple
las normas de manera apropiada a su misión, sus metas y objetivos.
Interrelación de las normas, componentes
e indicadores típicos en el proceso de acreditación
El proceso de acreditación de la ATAL se
basa en diez normas, expresadas en varias declaraciones específicas. Estas
normas identifican áreas de desarrollo que las instituciones deben considerar,
en el proceso de estudio de sí mismas, para la acreditación. La ATAL ha dividido
cada norma en un conjunto de componentes por los cuales una institución puede
determinar qué tan bien cumple las normas. Para cada componente la Comisión de
Acreditación ha descrito también indicadores típicos, que representan formas
específicas por las que una institución puede demostrar que cumple los
componente.
Los indicadores típicos, declarados
específicamente, no son las únicas formas en que una institución puede demostrar
que ha cumplido las normas. Circunstancias especiales pueden impedir que una
institución demuestre un indicador en particular; mientras que otros indicadores
pueden ser irrelevantes a la situación local. Lo que importa verdaderamente en
el proceso de acreditación, es el modelo global de adherencia a las normas y sus
componentes, y no la demostración de cualquier indicador particular o
combinación de indicadores. Por cierto, se supone que con el tiempo aún las
instituciones acreditadas continuarán desarrollando y mejorando sus programas.
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